En México se utilizan poco las tecnologías para búsqueda forense, aseguró Mercedes Doretti, directora para Centro y Norteamérica del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
En entrevista con El Heraldo de México, Doretti señaló que la tecnología LIDAR se utilizó por primera vez en el caso Ayotzinapa, hasta 2016, a pesar de que se solicitó desde 2014 cuando desaparecieron los 43 normalistas; también se ha utilizado en Chihuahua y Veracruz.
“En México, por lo menos hasta hace dos años, se usaba bastante poca tecnología, típicamente se usaba el binomio canino, la mayoría de las fiscalías no tenían arqueólogos, tenían criminalistas, que el trabajo conjunto es muy importante en los procesos de búsqueda, hasta el día de hoy hay muy pocos arqueólogos trabajando en fiscalías y algunas técnicas que pueden ayudar enormemente en la búsqueda forense como el LIDAR solamente, de nuestro conocimiento, se han utilizado en el caso Ayotzinapa y en una o dos experiencias adicionales”, dijo.
Detalló que comisiones estatales de búsqueda han utilizado el subsidio federal para comprar equipo, como drones y georradares.
“Muchos todavía siguen sin tenerlos, algunos sí los tienen, no tienen personal especializado para utilizarlos y los utilizan de una manera muy básica o todavía no los han empezado a utilizar”, aseguró.
Dijo que se debe incrementar el uso de nuevas tecnologías y buscar la colaboración con universidades que tengan expertos en geociencia que ayuden a peritos de las fiscalías y de las comisiones de búsqueda.
Doretti señaló que hay un problema serio con la sistematización de la información y los seis estudios nacionales sobre fosas clandestinas, gubernamentales y externos, indican la imprecisión de los datos en el hallazgo de las fosas, en la ubicación de estas y el número de cuerpos encontrados.
En el caso de la desaparición de los 43 normalistas, detalló Doretti, el sistema LIDAR, que registra incluso lo que hay debajo de la vegetación, no se compró, sino se contrató a una empresa y personal para la interpretación.
“Depende del tipo de tecnología que se vaya a utilizar se pueden comprar los recursos y tenerlos, entrenar al personal o en algunos casos donde la tecnología es muy compleja, su uso, interpretación y análisis de resultados es muy compleja, realizar convenios con universidades de México o de otros países para su uso.
“De hecho, varios centros en México, que son parte del Conacyt, como el Centro GEO, ya empezaron colaboraciones con algunos estados justamente para prestar de alguna manera a sus geofísicos, sus geólogos, geógrafos para el uso de tecnología", explicó.
Daniel del Cogliano, doctor en Ingeniería de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de la Plata, dijo que un sensor LIDAR en un avión cuesta aproximadamente un millón de dólares, aunque son más económicos los de drones.
“Es una tecnología basada en escaneo láser porque los sensores LIDAR disparan cientos de miles de luz láser por segundo, en vuelos que duran un par de horas son capaces de registrar millones de pulsos y cada uno permite medir toda la realidad visible...
“A diferencia de una fotografía aérea convencional, permite el LIDAR visualizar no sólo la copa de los árboles sino lo que hay debajo, por eso se usa muchísimo en este tipo de trabajo de investigación forense porque nos permite visualizar qué hay en el terreno por abajo de los árboles, si podemos visualizar eso, tenemos la superficie del terreno y podemos analizar cualquier tipo de alteración, por ejemplo, lo que puede generar un enterramiento", explicó.
Doretti lamentó que las familias de personas desaparecidas en varios países son las que proponen el uso de nuevas tecnologías de búsqueda.
Dijo que en México el marco legal no tiene algo previsto para estos sistemas tecnológicos, por lo que pueden comenzar a elaborarse protocolos.
Este jueves el EAAF y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDHEM), presentan el libro Nuevas tecnologías en búsqueda forense: Recursos para la crisis de desapariciones en México.
Documento disponible aquí